Zuma, la adicción hecha juego

Zuma, la adicción hecha juego

  Zuma, otra de las muchas pantallas. Seguro que muchos de vosotros ya conocéis este juego. De hecho el otro día me enteré de que mi suegra está totalmente enganchada a él. De todos modos, mi principal objetivo es hablar de aquellos juegos indies que destaquen por su calidad, independientemente de que sean conocidos o no. Y si hablamos de destacar, Zuma es el rey. Basado en el antiguo PuzzLoop de arcades o en el más reciente Ballistics de PlayStation, el concepto de juego de Zuma no es que sea la panacea de la originalidad. Sin embargo, fue el que adaptó ese estilo de juego y lo hizo bonito, adictivo y accesible para las masas; lo que le reportó unas merecidas ventas millonarias, a la vez que dió el pistoletazo de salida para un nuevo subgénero de juegos casuales que ha acabado con un sinfín de títulos similares que sólo se diferencian en la temática: jungla azteca (el propio Zuma ), egipto ( Luxor ), insectos ( Tumblebugs o Beetle Bomp ), piratas ( Pirate Poppers ) y así hasta el infinito. De hecho hasta yo mismo empecé un juego de este estilo con una temática militar (eras un cañón que disparaba a una hilera de tanques).

Zuma, pantalla con dos cadenas de bolas Por otro lado, hay quien pueda pensar que Zuma no es un juego indie, pues está hecho por PopCap Games, una empresa con millones de dólares de beneficios anuales. Aunque yo pienso que si una compañía sigue siendo independiente -y PopCap lo es, pues no depende de distribuidores externos- y sus títulos pueden ser equiparados a juegos indie, no hay ningún problema en categorizarlos como tal. Como he dicho antes, después de Zuma ha habido muchos clones de él, algunos de los cuales han sido hechos por sólo un par de personas, como Atlantis. Pero vayamos al grano. 

Zuma, una de las primeras pantallas Zuma es un adictivo juego de tipo arcade donde el objetivo del juego es disparar bolas de colores a serie de bolas encadenadas que avanzan en fila india hacia un fatídico final. Agrupando tres o más bolas del mismo color las haces estallar, y tu objetivo es acabar con todas las bolas antes de que lleguen al final del camino. ¿Parece sencillo? Lo es. Y ahí es donde radica todo su éxito. Zuma es un juego realmente simple pero con más profundidad de la que parece. Por ejemplo, si al hacer estallar una serie de bolas del mismo color, las bolas a ambos lados del hueco que acabas de dejar en la cadena de bolas son del mismo color, el agujero se colapsará haciendo retrodecer las bolas que estén más cerca del final. Si además, esa nueva unión de bolas de mismo color, es de tres o más bolas, también estallarán, produciéndose un combo. Y como esto, hay toda una serie de pequeños matices y trucos que sólo podrás descubrir a medida que vayas consumiendo horas de tu vida jugando a este juego, algo que seguro ocurrirá si osas probarlo. Si nunca has jugado a Zuma, no sabes lo que te pierdes.

Os dejo con un video para que veáis claramente la mecánica del juego.

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