Fortix es un juego de acertijos y acción que es bastante simple, pero inusual. Como otros juegos indie, Fortix nos presenta algo que no veríamos en un juego producido por las grandes casas desarrolladoras. Lo que Fortix pone frente a ti es un mapa con por lo menos un castillo que debes capturar. Otros elementos de éste género, tal como dragones, catapultas y cañones, participan en estas batallas, pero esperes mucho en cuestión de gráficos o acción cinemática. No creo, además, que haya siguiera algún intento a una historia. El enfoque de éste juego está, por ende, en la mecánica.
No creo que haya algún otro juego que podría usar para demostrar la manera que Fortix funciona. Si tuviera que hacerlo, me encontraría con la dificultad de explicar algún punto intermedio entre el juego de Goh y uno de esos juegos que estudiantes de escuela garabatean en los cuadernos cuando no están poniendo atención en clase. Viendo que Goh es un juego milenario, y los juegos de cuaderno son cosa de quince minutos, realmente no explica nada. La idea central de Fortix es dibujar cuadrados que contengan la mayor cantidad de terreno u objetos. Eso lo haces al guiar a tu caballero andante, dibujando líneas sobre el campo mientras evades dragones y disparos de cañon.
Fortix es un juego excesivamente simple, lo único que tienes que hacer es dibujar líneas sobre el campo. Esa idea es engañosamente simple, ya que tienes que manejar varios elementos a la vez, planeando tus movimientos mientras evades obstáculos y tratas de conquistar el castillo antes de que se agote el tiempo. Es, en esencia, un juego sin complicaciones ni decorado. Fortix es divertido y desafiante, aunque no hay mucha carne a ese juego. Los niveles son bastante distintos porque, por su simpleza, el desarrollador puede arrojarte cualquier clase de obstáculos. Prueba esta versión de demostración formar tu propia opinión.
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